domingo, 16 de julio de 2017




¿Cómo pueden llegarte las respuestas si estás ansioso, apurado, impaciente? ¿Cómo puede llegar esa definición que estás buscando si estás siempre ocupado, si siempre hay ruido a tu alrededor, si siempre hay cosas por hacer? ¿Cómo puede hablarte el alma a través del ruido, del alboroto, del caos y de las preocupaciones? ¿Cómo puede llegar esa misión si estás ocupado complaciendo, encajando, cumpliendo los mandatos de otros, resignado a las limitaciones de tus propias creencias? A dónde puede llegar el barco si no hay puerto seguro, si el capitán no toma el timón, si va a la deriva, si las olas lo llevan a la nada misma, dada por las indecisiones, fluctuaciones de la mente, incoherencias y cabos sueltos? Toda respuesta y mensaje del alma llega desde un lugar húmedo, nutricio, silencioso, pacífico, oscuro y vacuo. ¿Cómo puede generarse, si todo está lleno de miedos, dudas y preocupaciones? Si no cortas con lo viejo , ¿cómo habrá lugar? Las semillas crecen dentro de la nutricia oscuridad de la tierra, en un lugar propicio. Si siembras esas preguntas allí, el alma podrá finalmente hablarte, si aquietas la acción, si frenas la compulsión productiva y el frenesí, podrás soltar la rueda del hamster, y la respuestas llegarán. Esa dulce voz del alma podrá penetrar, entrar, germinar, y crecer. 

Julieta Suarez Valente 

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