Si elegiste el cuarzo cristal entonces te tocó GUÍA:
Tienes que buscar un guía porque no conoces al guía interior que está oculto dentro de ti. Tienes que encontrar al guía interior. Esto es lo que llamo tu Buda intrínseco. Tienes que despertar ese Buda y tu vida derramará bendiciones, dicha. Tu vida se volverá radiante con lo bueno, con la divinidad; mucho más de lo que tú posiblemente puedas concebir. Es casi como la luz. Tu habitación estaba a oscuras, enciende una lucecita. Incluso una pequeña vela sirve y toda la oscuridad desaparece. Una vez que tienes una vela ves dónde está la puerta. No tienes que pensar en ello; "¿dónde está la puerta?". Sólo la gente ciega piensa en dónde puede quedar la puerta. La gente que tiene ojos y la luz consigo, no piensa. Has pensado alguna vez: "¿Dónde está la puerta?". Tú simplemente te levantas y sales. Nunca piensas un solo momento dónde está la puerta. No empiezas a buscar a tientas la puerta o te golpeas la cabeza con la pared. Tú simplemente ves y no hay siquiera un asomo de pensamiento. Tú sales, simplemente.
La figura angelical con alas del color del arco iris de esta carta representa al guía que cada uno de nosotros tiene dentro. Como la segunda figura, al fondo, puede que algunas veces seamos un poco reacios a confiar en este guía cuando viene a nosotros, porque estamos muy acostumbrados a seguir las señales externas, en vez de seguir las de adentro. La verdad de tu ser más profundo está tratando de indicarte hacia dónde ir ahora mismo y, cuando aparece esta carta, quiere decir que puedes confiar en la guía interior que se te está dando. Habla en susurros y algunas veces podemos dudar, ignorando si hemos comprendido correctamente. Pero las indicaciones son claras: Si sigues al guía interior te sentirás más total, más integrado, como si te estuvieras moviendo hacia afuera desde el propio centro de tu ser. Si te mueves con él, este rayo de luz te llevará a donde necesitas ir exactamente.
Si elegiste el AQUÍ Y AHORA de Camino, entonces tu mensaje es el de la TRANSFORMACIÓN:
Un maestro Zen no es un simple profesor. En todas las religiones hay solamente profesores. Ellos te enseñan acerca de materias que tu no sabes, y ellos te piden que creas porque no hay otro camino para traer esas experiencias en una realidad objetiva. Ninguno tiene el profesor para saber de ellos – ellos han creído en ellos; Él transfiere su creencia a alguien más.
El Zen no es un mundo para creyentes. No es para los que tienen fe, es para esas almas osadas que puedan botar toda creencia, incredibilidad, dudas, razones, mente, y simplemente puedan entrar en su pura existencia sin fronteras. Pero trae una tremenda transformación,
. Mas bien, déjame decirte que mientras otros están involucrados en filosofías, Zen esta involucrado en metamorfosis, en una transformación. Pero su lenguaje tiene que ser comprendido, no con la razón o la mente intelectual sino con tu corazón amoroso. O hasta que lo escuches, no importa en todo caso si es verdad o no. Y viene un momento repentinamente en que tu lo ves, el cual ha sido evadido toda tu vida. Repentinamente, lo que Gautama Buda llamó abrir las: “ochenta y cuatro mil puertas”.
La figura central en esta carta esta sentada encima de una gran flor en el vacío, y sostiene los símbolos de transformación - la espada que corta a través de la ilusión, la serpiente que se rejuvenece a si misma cambiándo su piel, la rota cadena de las limitaciones,y el ying/yang símbolo de la trascendencia de la dualidad. Una de sus manos descansa en su regazo, abierta y receptiva. La otra alcanza a tocar la boca de un rostro dormido, simbolizándo el silencio que ocurre cuando estamos descansándo.
Este es un tiempo para un profundo dejarse ir. Permite cualquier pena, aflicción, o dificultad para estar allí, aceptándo esta factibilidad. Es mucho mas parecida la experiencia de Gautama Buda, cuando despues de años de búsqueda, el finalmente se rindió, sabiendo que no hubo nada mas que el pudiera hacer.Esa misma noche el se ilumino.
La transformación viene como la muerte, a su propio tiempo. Y, como la muerte, te toma a ti de una dimensión a otra.
Si sentiste optar por la pluma entonces te tocó VIDAS PASADAS:
El niño puede llegar a ser consciente sólo si en su vida pasada él ha meditado lo suficiente, si ha creado suficiente energía para luchar con la oscuridad que trae la muerte. Uno simplemente se pierde en un olvido y de repente encuentra un nuevo útero y olvida completamente el cuerpo viejo. Hay una discontinuidad. Esta oscuridad, esta inconciencia crea la discontinuidad.
El Oriente ha estado trabajando duro para penetrar éstas barreras. Y diez mil años de trabajo no han sido en vano. Todos pueden penetrar en las vidas pasadas, o en muchas vidas pasadas. Pero para eso tienen que ir más profundo en su meditación, por dos razones: a no ser que vayas más profundo, no puedes encontrar la puerta a otra vida; en segundo lugar, tienes que estar en profunda meditación porque si encuentras la puerta a otra vida, una avalancha de eventos vendrán a tu mente. Y es ya lo suficientemente duro lidiar con una sola vida...
Las manos de la existencia forman los genitales femeninos, la apertura de la madre cósmica. Se revelan dentro muchas imágenes, rostros de otros tiempos.
Aunque puede ser entretenido fantasear sobre vidas pasadas famosas, es sólo una distracción. El punto real es ver y comprender los patrones kármicos de nuestras vidas, y sus raíces en el ciclo interminablemente repetitivo que nos atrapa en conducta inconsciente.
Las dos lagartijas de arcoiris a cada lado representan el saber y el no-saber. Son los guardianes del inconsciente, asegurándose que estemos preparados para la visión que puede resultar devastadora.
Un vislumbre dentro de la eternidad de nuestra existencia puede ser un regalo, y el comprender la función del karma en nuestras vidas es algo que no podemos captar con la voluntad. Este es un llamado a despertar; los eventos de tu vida están intentando mostrarte un patrón tan antiguo como el del viaje de tu propia alma.
Tienes que buscar un guía porque no conoces al guía interior que está oculto dentro de ti. Tienes que encontrar al guía interior. Esto es lo que llamo tu Buda intrínseco. Tienes que despertar ese Buda y tu vida derramará bendiciones, dicha. Tu vida se volverá radiante con lo bueno, con la divinidad; mucho más de lo que tú posiblemente puedas concebir. Es casi como la luz. Tu habitación estaba a oscuras, enciende una lucecita. Incluso una pequeña vela sirve y toda la oscuridad desaparece. Una vez que tienes una vela ves dónde está la puerta. No tienes que pensar en ello; "¿dónde está la puerta?". Sólo la gente ciega piensa en dónde puede quedar la puerta. La gente que tiene ojos y la luz consigo, no piensa. Has pensado alguna vez: "¿Dónde está la puerta?". Tú simplemente te levantas y sales. Nunca piensas un solo momento dónde está la puerta. No empiezas a buscar a tientas la puerta o te golpeas la cabeza con la pared. Tú simplemente ves y no hay siquiera un asomo de pensamiento. Tú sales, simplemente.
La figura angelical con alas del color del arco iris de esta carta representa al guía que cada uno de nosotros tiene dentro. Como la segunda figura, al fondo, puede que algunas veces seamos un poco reacios a confiar en este guía cuando viene a nosotros, porque estamos muy acostumbrados a seguir las señales externas, en vez de seguir las de adentro. La verdad de tu ser más profundo está tratando de indicarte hacia dónde ir ahora mismo y, cuando aparece esta carta, quiere decir que puedes confiar en la guía interior que se te está dando. Habla en susurros y algunas veces podemos dudar, ignorando si hemos comprendido correctamente. Pero las indicaciones son claras: Si sigues al guía interior te sentirás más total, más integrado, como si te estuvieras moviendo hacia afuera desde el propio centro de tu ser. Si te mueves con él, este rayo de luz te llevará a donde necesitas ir exactamente.
Si elegiste el AQUÍ Y AHORA de Camino, entonces tu mensaje es el de la TRANSFORMACIÓN:
Un maestro Zen no es un simple profesor. En todas las religiones hay solamente profesores. Ellos te enseñan acerca de materias que tu no sabes, y ellos te piden que creas porque no hay otro camino para traer esas experiencias en una realidad objetiva. Ninguno tiene el profesor para saber de ellos – ellos han creído en ellos; Él transfiere su creencia a alguien más.
El Zen no es un mundo para creyentes. No es para los que tienen fe, es para esas almas osadas que puedan botar toda creencia, incredibilidad, dudas, razones, mente, y simplemente puedan entrar en su pura existencia sin fronteras. Pero trae una tremenda transformación,
. Mas bien, déjame decirte que mientras otros están involucrados en filosofías, Zen esta involucrado en metamorfosis, en una transformación. Pero su lenguaje tiene que ser comprendido, no con la razón o la mente intelectual sino con tu corazón amoroso. O hasta que lo escuches, no importa en todo caso si es verdad o no. Y viene un momento repentinamente en que tu lo ves, el cual ha sido evadido toda tu vida. Repentinamente, lo que Gautama Buda llamó abrir las: “ochenta y cuatro mil puertas”.
La figura central en esta carta esta sentada encima de una gran flor en el vacío, y sostiene los símbolos de transformación - la espada que corta a través de la ilusión, la serpiente que se rejuvenece a si misma cambiándo su piel, la rota cadena de las limitaciones,y el ying/yang símbolo de la trascendencia de la dualidad. Una de sus manos descansa en su regazo, abierta y receptiva. La otra alcanza a tocar la boca de un rostro dormido, simbolizándo el silencio que ocurre cuando estamos descansándo.
Este es un tiempo para un profundo dejarse ir. Permite cualquier pena, aflicción, o dificultad para estar allí, aceptándo esta factibilidad. Es mucho mas parecida la experiencia de Gautama Buda, cuando despues de años de búsqueda, el finalmente se rindió, sabiendo que no hubo nada mas que el pudiera hacer.Esa misma noche el se ilumino.
La transformación viene como la muerte, a su propio tiempo. Y, como la muerte, te toma a ti de una dimensión a otra.
Si sentiste optar por la pluma entonces te tocó VIDAS PASADAS:
El niño puede llegar a ser consciente sólo si en su vida pasada él ha meditado lo suficiente, si ha creado suficiente energía para luchar con la oscuridad que trae la muerte. Uno simplemente se pierde en un olvido y de repente encuentra un nuevo útero y olvida completamente el cuerpo viejo. Hay una discontinuidad. Esta oscuridad, esta inconciencia crea la discontinuidad.
El Oriente ha estado trabajando duro para penetrar éstas barreras. Y diez mil años de trabajo no han sido en vano. Todos pueden penetrar en las vidas pasadas, o en muchas vidas pasadas. Pero para eso tienen que ir más profundo en su meditación, por dos razones: a no ser que vayas más profundo, no puedes encontrar la puerta a otra vida; en segundo lugar, tienes que estar en profunda meditación porque si encuentras la puerta a otra vida, una avalancha de eventos vendrán a tu mente. Y es ya lo suficientemente duro lidiar con una sola vida...
Las manos de la existencia forman los genitales femeninos, la apertura de la madre cósmica. Se revelan dentro muchas imágenes, rostros de otros tiempos.
Aunque puede ser entretenido fantasear sobre vidas pasadas famosas, es sólo una distracción. El punto real es ver y comprender los patrones kármicos de nuestras vidas, y sus raíces en el ciclo interminablemente repetitivo que nos atrapa en conducta inconsciente.
Las dos lagartijas de arcoiris a cada lado representan el saber y el no-saber. Son los guardianes del inconsciente, asegurándose que estemos preparados para la visión que puede resultar devastadora.
Un vislumbre dentro de la eternidad de nuestra existencia puede ser un regalo, y el comprender la función del karma en nuestras vidas es algo que no podemos captar con la voluntad. Este es un llamado a despertar; los eventos de tu vida están intentando mostrarte un patrón tan antiguo como el del viaje de tu propia alma.
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