martes, 3 de abril de 2018

LA VISUALIZACIÓN COMO MÉTODO DE AUTO SANACIÓN

Alguna vez hace ya varios años, una clienta que acudió con nosotros mencionó que a lo largo de toda su vida, había realizado varios intentos por lograr “visualizar”. Que incluso, cada que ella asistía a retiros de meditación, era la única participante que nunca lograba visualizar. 
Esta mujer había pedido cita para Biodescodificación, para revisar su árbol genealógico y descubrir secretos guardados en su familia. Explicaba también en ese justo momento, que por la misma razón, que ella no podía visualizar, había preferido la Biodescodificación a la Hipnosis.
Ella estaba segura de que era una excepción a la regla, que era la única persona en el planeta, que no sabía y no podía visualizar.

Puedo claro recordar mi reacción ante su insistencia y fue algo así como: “no poder visualizar es imposible”, claro, esta aseveración sólo la dije mentalmente.
De pronto le dije, no recuerdo su nombre así que le llamaremos María.

- María, así con tus ojos abiertos, mira mi cara.
Ella lo hizo, aún no comprendía lo que yo quería hacer, pensó que le iba a preguntar algo de su árbol o de su familia.
- María, sin dejar de ver mi cara, descríbeme tu recámara.
Ella comenzó a decirme:

Es una habitación como de 4x4 metros, está pintada de color durazno, hay una cama matrimonial con una colcha de flores. Hay una ventana del lado izquierdo de la cama. La ventana tiene unas persianas de madera.
Hay un ropero de madera tallada, muy sencillo y una cajonera….
Mientras ella continuaba hablando, yo sonreía. Y de pronto le dije:
- ¿De qué color son las flores de la colcha?
Rojas, me dijo, muy rojas con tallos y hojas verdes.
- ¿Ya te diste cuenta de que al hablarme de tu recámara, la pudiste ver en tu mente?
Siiiiiiiiiiiii! Respondió ella. Pude ver mi habitación, como si yo estuviera allí, como si yo volara sobre ella, como si yo estuviera dentro de ella, todo al mismo tiempo.
- Eso es visualizar María! Y siempre has podido visualizar! No se visualiza con los ojos, jamás se visualiza con los ojos, es tu mente la que trae las imágenes y siempre has tenido esa capacidad.

Su sesión de Biodescodificación terminó, pero ella se fue más feliz que un niño con juguete nuevo. Descubrió que ella visualizaba (como todos nosotros), todo el tiempo, todo el día. No dejaba de sonreír, de reír, ahora había comprendido lo que era visualizar.

Y a qué voy hoy con todo esto. A que el método de “Visualizar”, es sumamente útil para sanar nuestro cuerpo. Para incluso, conocer nuestra historia de vida.
Y no porque jamás hayamos estado en una playa, no podemos visualizarla.
Y no porque jamás hayamos estado dentro de nuestro cuerpo, no somos capaces de imaginar unos pulmones o un corazón.

Visualizar es lo mismo que imaginar. Imaginar es lo mismo que visualizar. Incluso esa empresa bancaria y de tarjetas de crédito cuya campaña publicitaria dice: “Ya me vi”, nos está hablando de “visualizar”.

Porque “ya me vi” es lo mismo que “ya me imaginé viviendo tal o cual cosa”, “ya me imaginé ahí”, “ya me visualicé ahí”.

Bueno, pues ahora vayamos al punto.
Visualizar es la base de la Hipnosis y la Hipnosis es una extraordinaria técnica para acceder al subconsciente y desprogramar lo que sea necesario, buscar lo que sea necesario, desbloquear lo que sea necesario.
Y siempre, visualizando.

Pero no solamente la Hipnosis ayuda, también la AUTO HIPNOSIS ayuda.
Y entre más practiquemos, entre más lo intentemos con un fin específico, más fácil nos resultará “irnos” a visualizar aquello que queremos.
Porque imaginar es visualizar y además, nadie es capaz de imaginar aquello que no conoce, aquello que no ha visto antes, aquello que no entiende.
Por lo tanto, por mucho que pienses y sientas que lo que ves con tu mente, son imaginaciones tuyas, es tu subconsciente hablando, son la visualización de lo que necesitas ver o arreglar. Y efectivamente como también sabemos, puede ser algo que alguna vez viste en una película o un documental. Pero aunque fuera así, es lo que tu mente “necesita visualizar” para lograr su objetivo.

Es posible ir a cualquier lugar en un nivel de inteligencia mental sin que nuestro cuerpo físico se mueva siquiera. Es mental y es muy útil.
Es posible ver vidas pasadas, es posible ver nuestra gestación, es posible ver esos primeros años de nuestra vida. Es posible, hasta “viajar” a ver la vida de algún ancestro.

Es por ello que la hipnosis resulta un método tan útil para liberar historias familiares, para liberar conflictos con nuestra madre o nuestro padre, para reprogramar nuestra mente y eliminar miedos o comportamientos e incluso creencias.
Porque nos permite “visualizar” una circunstancia y modificarla para nuevamente guardarla diferente. Para cambiar una creencia por otra, y volver a cerrar el almacén de recuerdos.

Ahora bien, el nivel de profundidad de una “visualización”, de una “imaginación” o de una “hipnosis”, está determinado por frecuencias cerebrales y además, por la confianza que tenga la persona en “dejarse ir”.
Y no es que “vaya a irse a ninguna parte”, sino a la confianza para permitirle a su propia mente ir más allá de la realidad latente.
Porque muchas personas sienten “miedo de ya no poder regresar” – falso- eso no existe. Porque la consciencia de la hora, de lo que se deberá hacer por la noche, de lo que hará mañana, jamás se va.
Porque muchas personas creen que “deben desconectarse” – falso- eso no existe. Porque por muy intensa y detallada que sea una visualización, jamás dejará de estar consciente de un ladrido de perro, un timbre, una ambulancia que pase o un estornudo de alguien. Estará en cuerpo y mente, en ambos lugares a la vez: su realidad, la camilla, el sillón, el tic tac de un reloj, y al mismo tiempo, podrá ver con su mente un bosque, una pirámide o el vientre interior de su madre. Pero no por ello, dejará de estar consciente de que su calcetín le lastima o de que su celular está vibrando quizá.

¿Y cuál es la mejor manera de visualizar? ¿Cómo llego a un estado mental de relajación ideal para visualizar?
Respirando.

Respirar profundamente varias veces, es la técnica clave para poder visualizar.
Se trata de oxigenar el cerebro por medio de la sangre. Y para ello, se trata de profundizar en nuestras respiraciones. Hacer que nuestros pulmones crezcan llenos de aire y sentirlos más grandes cada vez.
El secreto está en la respiración y en cada persona es diferente. Algunas personas “se van” (Así llamaré a visualizar), luego de tan sólo una o dos respiraciones.
Otras personas más, necesitan respirar hasta 30 veces para poder lograrlo. En cada persona es diferente.
Inhalaciones profundas, sostener el aire, exhalar muy lento.

Esta oxigenación cerebral, será la que logra llevar al mismo cerebro a un cambio de frecuencia. Y dependiendo de la frecuencia alcanzada, será la profundidad de la experiencia. Pero ojo! Cualquier nivel de frecuencia, es útil para lograr cualquier cambio importante.

NIVEL BETA (12-30Hz)
Es la frecuencia más común en el cerebro de un adulto promedio mientras está despierto. Manifiesta un estado de alerta, de sensorialidad aguda, y revela procesos mentales asociados al razonamiento. Si bien el estado beta es indispensable para funcionar cotidianamente, lo cierto es que cuando los niveles se mantienen en la región más alta del espectro, entonces producen estrés, ansiedad. En pocas palabras, ahora mientras escribo este artículo, yo estoy en Beta. Y ahora que ustedes lo lean, estarán en Beta.

NIVEL ALPHA (7.5-12Hz)
La frecuencia alpha es aquella a la que entramos cuando estamos relajados, en una relajación profunda, incluidos ciertos momentos en los que “soñamos despiertos” y ciertos parajes mentales a los que accedemos a través de la meditación. Este estado facilita ya el proceso de imaginar, de visualizar, de concentrarse, de aprender. Aquí, es este sencillo primer nivel, ya es posible reprogramar nuestra mente, sanar miedos o experiencias dolorosas, prepararnos para una misión difícil. Estamos en Alpha, justo en la frontera entre el consciente y el subconsciente.

NIVEL THETA (4-7.5Hz)
Se refiere a ese estado en el que tu mente se encuentra entre la relajación y el sueño profundo. Puede llegarse a él respirando y permitiendo que lleguen y se vayan imágenes mentales varias. Es como meditar profundamente. Es el nivel en el que todos estamos entre que nos estamos quedando dormidos y “nos quedamos dormidos”. Es justo esa frontera. Es el estado en el que podemos decir que “nos fuimos”. 
También caracteriza los momentos de sueño ligero, e incluso sensaciones espirituales, visualizaciones con más detalle (texturas, aromas, climas, sonidos, etc). Se incrementa la intuición.

Y para concluir con las frecuencias, tenemos la frecuencia 
DELTA (0.5-4Hz)

Aquí ya estamos hablando de palabras mayores. Es un nivel de frecuencia cerebral capaz de recibir una programación de la cual no estamos conscientes, de niveles de Hipnosis demasiado profunda y peligrosa. Aquí ya no somos capaces de recordar absolutamente nada de lo que dijimos o se nos dijo, no sabemos lo que ha pasado, no sabemos lo que nos han reprogramado. Es una frecuencia mental que en la práctica diaria de terapia de hipnosis jamás se utiliza.
Pero hay personas, que con práctica y experiencia, son capaces por sí mismos, de acceder a esta frecuencia.
Como si de pronto, fueran capaces de “desprender” su mente de su cuerpo.
Se dice que ésta frecuencia cerebral es utilizada únicamente por psiquiatras certificados porque puede incluso borrar la memoria y alterar funciones vitales. En el día a día, esta frecuencia no se utiliza. Pero no está de más, que lo sepas.

Y ahora, que ya sabes de qué se trata la visualización y hasta has aprendido de frecuencias cerebrales para hipnosis, sabes que tú mismo, respirando y relajándote puedes acceder a una visualización práctica que te resulte útil para la vida y la salud.
Puedes visualizar tu órgano enfermo sanando. Puedes visualizar cómo hablas perfectamente frente a una gran audiencia, puedes visualizar tu sangre limpia, puedes visualizarte hablando en otro idioma con fluidez, puedes visualizar tu hueso soldándose, puedes visualizar y reprogramar. Puedes auto fortalecerte.

Y no es un trabajo de una tarde o de un solo día o un solo intento, no.
Estamos hablando de comenzar a practicar, relajarse profundamente y día con día ser constantes con nuestro trabajo mental. Se trata de practicar tanto, que al rato, con sólo cerrar tus ojos y respirar, puedas logras un cambio profundo en ti.
Se trata de permitirnos “ver” sin miedo, porque para muchas personas el simple hecho de cerrar los ojos y respirar profundo los llena de miedo.
Es como comenzar a ir a un gimnasio. Es poco a poco y al principio costará trabajo.

Pero puedes intentar, comenzando por algo simple.
Cierras tus ojos en tu habitación, te relajas, comienzas a respirar profundo varias veces con tus ojos cerrados (o abiertos si quieres) y permites que a tu mente, llegue la imagen de cada puerta y cajón en tu cocina. Permitiéndote ver lo que hay dentro de cada puerta o cajón.
Visualiza dónde está la ventana, qué hay en el refrigerador y procura ver los detalles. Visualiza que lavas algo, sacas algo, metes algo, visualízate en ella.

Así, vas cada día visualizando con tu mente cosas diferentes, situaciones diferentes, hasta que logres ver los detalles de dentro de tu mismo cuerpo. Será increíble te lo aseguro pero poco a poco, irás fortaleciendo e incrementando esa capacidad mental y llegará el día en que podrás utilizarla no sólo para ver lo que hay en tus cajones (que tal vez no sirva de mucho), sino para células de tu cuerpo y lograr regenerarlas, o tejidos o huesos, para desinflamar o lo que sea necesario para sanar o acelerar tu mejoría tanto física como emocional.

Así las cosas…

Akasha Sanación Integral
Elizabeth Romero Sánchez y Edgar Romero Franco.




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