domingo, 21 de octubre de 2018
Hacer muchas cosas por obligación va generando resentimientos. Esos resentimientos salen como pueden en forma de quejas o críticas o a veces no pueden salir por que la culpa gana, y generan enfermedades. Cuando priorizamos lo que nos gusta saltan voces muy arcaicas. Una de ella nos dice que no nos " malacostumbremos" al bienestar cuando en realidad más que una mala costumbre es algo que nos pertenece por derecho propio. Pareciera que lo positivo y placentero siempre viene en dosis pequeñas y que la obligación debería ser natural que abunde. Esas son las voces del patriarcado. Queda en nosotros quitarles voz y voto y desautorizarlas. Volver a la voz de la Gran Madre disfrutando la abundancia de la tierra y sus ritmos. Tu disfrute es un derecho propio. Defendelo y bien acostumbrate al mismo.
Julieta Suárez Valente
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