domingo, 21 de octubre de 2018
¿Por qué insistimos tanto con la teoría de los #chakras? ¿Qué tiene de interesante y útil para aportar a nuestra vida actual? Esta teoría nos recuerda que somos seres multidimensionales, y que cada uno de los niveles que nos conforman repercute en los demás. No hay, además, chakras más importantes que otros; debemos trabajar cada vibración para estar armónicos. Es decir, no puedo pretender iluminarme o sutilizar mi energía desde el sexto y séptimo chakra sin tener un trabajo consciente y profundo con la energía más densa -densa no significa negativa o desechable, es solo una cuestión vivracional, de matices y texturas energéticas- de los primeros chakras. Si intento abrir de golpe mi tercer ojo sin un trabajo de enraizamiento atento y responsable es probable que en vez de recibir con gracia y liviandad la información de los planos superiores, ésta me despierte miedos inconscientes, ansiedad y mucha más desconexión. Algo similar ocurre en el cruce espiritualidad / sexualidad. Si no asumo esa fuerza más instintiva que me ancla en mi cuerpo, no voy a tener nafta espiritual para vibrar más alto y corro el peligro de negar o reprimir aspectos fundamentales de mi ser, alejándome cada vez más de mi condición terrenal. Porque, como canta nuestro ícaro favorito: “para llegar a dios, hay que aprender a ser humano.
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