viernes, 3 de enero de 2020

Cuando dejas de sentir carencias, todas las cosas vuelven a tí.
Cuando cesas de pelearte con el mundo, todos se acercan para hablarte de amor.
Cuando aceptas, transformas.
Cuando te atreves a intentar lo nuevo, desaparecen los condicionamientos y el mundo te sorprende.
Cuando te vuelves blando como el agua, penetras todos los poros de la tierra.
Cuando comienzas a mirarte, desaparece el mundo.
Cuando dejas ir lo que no es para tí, ese vacío atrae lo que realmente te pertenece.
Cuando te pierdes, te encuentras.
Cuando renuncias a la guerra, ganas la batalla.
Cuando aquietas tu mente, todo un universo se pone a tus pies.
Cuando no te apresuras, todo se acerca hacia tí.
Cuando dejas de querer controlar, el mundo se acomoda a sí mismo.
Cuando eliges no reaccionar, cambia el resultado.
Cuando aceptas los cambios y la incertidumbre, dejas de sufrir.
Cuando te vuelves humilde, el mundo te pertenece.
Cuando te encuentras a tí mismo, cesa la búsqueda.
Cuando abrazas tu dolor, lo conviertes en amigo.
Cuando te vuelves consciente, aparece tu divina presencia.
Cuando te decides, esa determinación encuentra a quién eres, y te susurra lo que quieres.

Atte: LA CONCIENCIA

No hay comentarios: