domingo, 5 de abril de 2020

Esta pandemia fue planeada desde hace muchos años por una élite que controla y manipula gran parte de la economía mundial.

Esta élite obedece órdenes indirectas de otro tipo de seres que están todo el tiempo entre nosotros pero que no podemos ver en base a nuestra limitada percepción.

Es tiempo de que quienes tengan oídos escuchen y quienes tengan ojos los usen bien.

Así cómo los humanos nos alimentamos de algunos animales como los pollos, así este tipo de seres se alimentan de la consciencia y energía de los seres humanos en base a nuestro poco control sobre nuestras emociones, es algo así como la película de Matrix.

El universo es predatorio y lo observamos en la naturaleza donde animales se devoran el uno al otro desde el inicio de los tiempos… la naturaleza es sabia.

No existen el bien y el mal, lo que existe es la evolución/trascendencia o la involución/desintegración.

No hay que tomarnos las cosas personales en contra de aquellos individuos, más bien tenemos que hacernos responsables del espacio y tiempo en que nos tocó vivir.

Vivir con pánico, ansiedad,  angustia, estrés, desesperación, odio y miedo es caer en estas emociones de baja vibración de las cuales ellos se alimentan y a nosotros nos causan enfermedades, envejecimiento prematuro y muerte.

Hace unos años vivimos en la era de la materia/oscuridad, a partir del año 2012 la era de la luz/consciencia viene de vuelta, es el tan ansiado regreso de Quetzalcóatl o de Cristo.

Pero no hay que confundirnos, no son personas, son estados de consciencia que nosotros como seres humanos podemos alcanzar mediante un camino hacia el despertar de nuestra esencia divina.

Muchas personas pueden creer que estas son alucinaciones o fantasías de algunos locos con gorrito de aluminio, pero la experiencia y sabiduría de seres de conocimiento como Pitágoras, Carl Jung, Jesús, Buda, Platón, Aristóteles, Krishna, Hermes, Rama, etc; y muchas civilizaciones antiguas respaldan la existencia de estos seres.

Lo que debemos hacer hoy como personas es dejar de cargar con cosas innecesarias que hemos abrazado desde nuestra infancia: traumas, temores, heridas, resentimientos, ignorancia, “placeres”, juicios; personalidades que no nos corresponden, quitarnos esas máscaras y ser nosotros mismos, recuperar nuestra totalidad.

Recuperar nuestra esencia divina, esa que intuimos pero que evadimos e ignoramos por estar cegados por las cosas materiales que esta vida ilusoria nos ofrece.

Cómo diría Nezahualcóyotl: Sólo un instante aquí en la tierra… no para siempre.

El ser humano es un puente entre el simio y el super hombre, aquel de quien también hablaba Nietzsche,
así que no hay que construir casas sobre los puentes pues sólo venimos de paso.

Obedece a tu intuición, al origen divino de tu alma.
Alza el vuelo del quetzal y deja de arrastrarte en tus pasiones.

En estos tiempos es indispensable que comencemos a tomar hábitos como ayunar, comer saludable, bajarle a la carne roja,  ejercitarnos, practicar yoga, tai chi.

Retomar la armonía con la naturaleza: con el sol, con la madre tierra, los elementales y las estrellas, ellos poseen una esencia, un alma y podemos conectar con cada una de ellas.

Vivir en el campo, alimentarte de tu propio huerto, ser autosustentables, tener sólo lo indispensable pues "Todo tiene quien menos necesita".

Pero sobretodo meditar y orar, si realmente queremos ayudar a la humanidad no será por medio de los hombres, será por medio sólo de la divinidad.

Que tu voluntad sea digna de tu corazón y que el fuego de la consciencia arda con pasión en tu interior... no estamos solos.



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