jueves, 14 de enero de 2021

 No somos persuasores.

Somos los hijos de lo desconocido.

Somos los ministros del silencio necesario para curar a todas las víctimas del absurdo que yacen agonizando de alegría artificial. Reconozcamos entonces quiénes somos:

derviches locos con secreto amor terapéutico,

amor que no puede comprarse ni venderse,

y que los políticos temen más que la revolución violenta, pues la violencia no cambia nada, y el amor lo cambia todo.

Thomas Merton.

No hay comentarios: