Lunes 4 de noviembre, la Luna se encontró con el Sol en Escorpio y el fin de semana nos dio la posibilidad de conectarnos en el movimiento real de las energías planetarias a las cuales estamos unidos por nuestra pertenencia cósmica. Vimos y sentimos el Eclipse Solar.
La intensidad escorpiana nos pone en situación, respecto a los vínculos con el otro, de la necesidad de aprender definitivamente el movimiento de la profundidad en el encuentro. Estamos en el juego del descubrimiento de aquello que queremos vivenciar en el momento de decir si o no.
Calidad más que cantidad. En ciencias sociales seria el movimiento de la sincronía o la diacronìa.
Me encuentro con la potencia energética que viene de la fusión, libero los nudos internos, limpio los miedos y puedo transformarlos en vibración de sanación.
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