Muchos varones se aferran a creencias erróneas, desconocen los gustos de sus parejas o usan fuentes de información poco confiables. El resultado: un decálogo de actitudes que les juegan en contra durante el sexo. Aquí, las recomendaciones de los que saben.
1) Sentirse un “súper macho”
Aunque las cosas están cambiando, hay un mito que permanece en nuestra sociedad: “saber sobre sexo es una característica de la masculinidad”. Sin dudas, se trata de una falsa creencia. “En general, los hombres suelen saber bastante menos que las mujeres sobre sexo, o lo toman con menos seriedad. Justamente, muchos de sus problemas se dan por falta de información”, asegura el doctor Fabián Gómez, médico urólogo y asesor Científico del Boston Medical Group para Argentina, en una nota de Entremujeres.
2) Saltear los juegos previos
“Muchas mujeres sienten que los juegos sexuales previos no duran lo suficiente, lo cual les impide desarrollar con totalidad su capacidad orgásmica”, señala el doctor Juan Carlos Kusnetzoff, médico psiquiatra y sexólogo, en la “Guía ilustrada del orgasmo femenino” de Fernanda Cohen. “Para los juegos previos es fundamental hacer hincapié en el sentido del tacto. Incluye, necesariamente, besos, caricias y abrazos; del hombre hacia la mujer y viceversa. Debe ponerse en práctica un procedimiento importante: luego de las caricias y los besos, hay que explorar la extensión de la piel de todo el cuerpo”, detalla.
3) Insistir aunque no tengamos ganas
“Pensar que los hombres están siempre listos para el encuentro o que las mujeres son 'vuelteras' antes de decidirse son creencias erróneas que se generalizan como verdades. Sin embargo, muchas mujeres hacen un esfuerzo para tener una relación. Se sienten obligadas y no saben decir que no. No nos estamos refiriendo a un problema en el deseo, es decir, una disfunción. Son mujeres que pasan períodos breves -la mayoría de las veces, algunos días- sin el deseo de otros momentos, entregándose al otro sin comunicar su falta de ganas”, describe el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo. ¿Qué hacer en estos casos?
4) Olvidarse del clítoris
Pocos varones lo tienen en cuenta, pero el clítoris es el órgano sexual femenino por excelencia. “Al Punto G yo lo veo como un plan B. El plan principal tiene que ser siempre la estimulación del clítoris. Ese es el centro del placer físicamente hablando. No le genera placer a algunas mujeres, sino que a todas, TODAS”, alerta la sexóloga Alessandra Rampolla. “Podemos tener orgasmos a través del clítoris y también muchas veces tenemos posibilidad de tener orgasmos a través de otras vías, de estimulaciones indirectas. El Punto G es una estimulación indirecta del clítoris”, detalla.
5) Obsesionarse con su pene
¿El tamaño es lo que importa? “Esta es una creencia absolutamente infundada, por varias razones. En cuanto a la anatomía, las principales responsables del placer sexual femenino durante el coito son las terminales nerviosas que se ubican en la entrada de la vagina, alrededor de los primeros cuatro centímetros de su extensión. Por lo tanto, la longitud del pene sería, en principio, irrelevante a la hora de lograrlo”, nos respondió en una nota el doctor Fabián Gómez.
6) Pensar que están en una película porno
“¿Qué lleva al varón a pensar que una película 'triple X' puede darle información verídica, cuando, aunque el contacto físico entre los actores sea real, se sabe que las situaciones son ficcionales y el tiempo no es tiempo real? Este género puede servir para estimular la imaginación, pero la 'información' que brinda sobre la vida sexual debería ser ubicada del lado de la ficción”, opina el doctor Fabián Gómez.
7) Concentrarse en "esas" partes del cuerpo
La vagina, los pezones, la zona anal... Todo bien, pero con eso no alcanza. “A diferencia del hombre que en este sentido es más genitalizado, todo el cuerpo femenino es una zona erógena. Muy pocos varones lo perciben y, por eso, es clásico que la mayoría comience el acto sexual directamente con la penetración o, en el mejor de los casos, tocando los genitales de la mujer sin preámbulos. Y eso es, justamente, lo que inhibe o disgusta a las mujeres”, alerta el doctor Juan Carlos Kusnetzoff y facilita una guía de las zonas a recorrer.
8) Practicar sexo anal “a lo bruto”
“Si el sexo genital tuvo que liberarse de la carga de la procreación para encontrar lugar en el placer por el placer mismo, el sexo anal está luchando por el suyo, sin prejuicios ni censuras. Y bien que vale la pena”, lanza el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo. Eso sí: antes de practicarlo, hay varios cuidados que los hombres deberían tener para que la mujer sienta placer, y no dolor. Mirá sus recomendaciones.
9) Movernos la cabeza
Ellos quieren que practiquemos sexo oral y, entonces, ¿qué hacen? Llevan su mano detrás de nuestra cabeza y la acercan a su pene. ¡No, no y no! Por lo general detestamos esa actitud, es hora que lo sepan. Y eso no es todo: si bien el 58% de las mujeres le hace sexo oral a su pareja, solo la mitad de ellas lo encuentra placentero. El resto se abstiene, lo niega o siente verdadera aversión por esta práctica. ¿Cómo volverlo más agradable? Lo responde una sexóloga.
10) “¿Y... llegaste?”
Insistir para que la pareja tenga un orgasmo es otro error frecuente. Nunca te olvides de esto: una relación sexual no fracasa porque el hombre y/o la mujer no lleguen al clímax. Lo importante es disfrutar del camino, no solo del final.
1) Sentirse un “súper macho”
Aunque las cosas están cambiando, hay un mito que permanece en nuestra sociedad: “saber sobre sexo es una característica de la masculinidad”. Sin dudas, se trata de una falsa creencia. “En general, los hombres suelen saber bastante menos que las mujeres sobre sexo, o lo toman con menos seriedad. Justamente, muchos de sus problemas se dan por falta de información”, asegura el doctor Fabián Gómez, médico urólogo y asesor Científico del Boston Medical Group para Argentina, en una nota de Entremujeres.
2) Saltear los juegos previos
“Muchas mujeres sienten que los juegos sexuales previos no duran lo suficiente, lo cual les impide desarrollar con totalidad su capacidad orgásmica”, señala el doctor Juan Carlos Kusnetzoff, médico psiquiatra y sexólogo, en la “Guía ilustrada del orgasmo femenino” de Fernanda Cohen. “Para los juegos previos es fundamental hacer hincapié en el sentido del tacto. Incluye, necesariamente, besos, caricias y abrazos; del hombre hacia la mujer y viceversa. Debe ponerse en práctica un procedimiento importante: luego de las caricias y los besos, hay que explorar la extensión de la piel de todo el cuerpo”, detalla.
3) Insistir aunque no tengamos ganas
“Pensar que los hombres están siempre listos para el encuentro o que las mujeres son 'vuelteras' antes de decidirse son creencias erróneas que se generalizan como verdades. Sin embargo, muchas mujeres hacen un esfuerzo para tener una relación. Se sienten obligadas y no saben decir que no. No nos estamos refiriendo a un problema en el deseo, es decir, una disfunción. Son mujeres que pasan períodos breves -la mayoría de las veces, algunos días- sin el deseo de otros momentos, entregándose al otro sin comunicar su falta de ganas”, describe el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo. ¿Qué hacer en estos casos?
4) Olvidarse del clítoris
Pocos varones lo tienen en cuenta, pero el clítoris es el órgano sexual femenino por excelencia. “Al Punto G yo lo veo como un plan B. El plan principal tiene que ser siempre la estimulación del clítoris. Ese es el centro del placer físicamente hablando. No le genera placer a algunas mujeres, sino que a todas, TODAS”, alerta la sexóloga Alessandra Rampolla. “Podemos tener orgasmos a través del clítoris y también muchas veces tenemos posibilidad de tener orgasmos a través de otras vías, de estimulaciones indirectas. El Punto G es una estimulación indirecta del clítoris”, detalla.
5) Obsesionarse con su pene
¿El tamaño es lo que importa? “Esta es una creencia absolutamente infundada, por varias razones. En cuanto a la anatomía, las principales responsables del placer sexual femenino durante el coito son las terminales nerviosas que se ubican en la entrada de la vagina, alrededor de los primeros cuatro centímetros de su extensión. Por lo tanto, la longitud del pene sería, en principio, irrelevante a la hora de lograrlo”, nos respondió en una nota el doctor Fabián Gómez.
6) Pensar que están en una película porno
“¿Qué lleva al varón a pensar que una película 'triple X' puede darle información verídica, cuando, aunque el contacto físico entre los actores sea real, se sabe que las situaciones son ficcionales y el tiempo no es tiempo real? Este género puede servir para estimular la imaginación, pero la 'información' que brinda sobre la vida sexual debería ser ubicada del lado de la ficción”, opina el doctor Fabián Gómez.
7) Concentrarse en "esas" partes del cuerpo
La vagina, los pezones, la zona anal... Todo bien, pero con eso no alcanza. “A diferencia del hombre que en este sentido es más genitalizado, todo el cuerpo femenino es una zona erógena. Muy pocos varones lo perciben y, por eso, es clásico que la mayoría comience el acto sexual directamente con la penetración o, en el mejor de los casos, tocando los genitales de la mujer sin preámbulos. Y eso es, justamente, lo que inhibe o disgusta a las mujeres”, alerta el doctor Juan Carlos Kusnetzoff y facilita una guía de las zonas a recorrer.
8) Practicar sexo anal “a lo bruto”
“Si el sexo genital tuvo que liberarse de la carga de la procreación para encontrar lugar en el placer por el placer mismo, el sexo anal está luchando por el suyo, sin prejuicios ni censuras. Y bien que vale la pena”, lanza el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo. Eso sí: antes de practicarlo, hay varios cuidados que los hombres deberían tener para que la mujer sienta placer, y no dolor. Mirá sus recomendaciones.
9) Movernos la cabeza
Ellos quieren que practiquemos sexo oral y, entonces, ¿qué hacen? Llevan su mano detrás de nuestra cabeza y la acercan a su pene. ¡No, no y no! Por lo general detestamos esa actitud, es hora que lo sepan. Y eso no es todo: si bien el 58% de las mujeres le hace sexo oral a su pareja, solo la mitad de ellas lo encuentra placentero. El resto se abstiene, lo niega o siente verdadera aversión por esta práctica. ¿Cómo volverlo más agradable? Lo responde una sexóloga.
10) “¿Y... llegaste?”
Insistir para que la pareja tenga un orgasmo es otro error frecuente. Nunca te olvides de esto: una relación sexual no fracasa porque el hombre y/o la mujer no lleguen al clímax. Lo importante es disfrutar del camino, no solo del final.
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