miércoles, 11 de junio de 2014

Antes del amanecer, parece que es la noche más oscura. Son días un poco densos, tal vez hasta tristes, lluviosos, en donde podemos sentirnos más cansados o incluso viendo el vaso medio vacio. Con la oposición Venus- Saturno , la sensación es de limitación, de lo que no puedo hacer, de todos esos viajes que no puedo hacer (eso es lo que me pasa a mí! ) , de lo que no puedo adquirir, del poco disfrute que tengo, de todo lo que debo hacer y de las obligaciones y el poco tiempo para hacer cosas recreativas. Venus es los placeres y Saturno el Señor de las Obligaciones, el que viene a prender la luz luego de la fiesta y nos recuerda que ahora, hay que limpiar el desastre que quedó y encima levantarnos temprano el día siguiente. También puedo sentirme más viejo, siendo Saturno Cronos, el dios del Tiempo, el que nos recuerda que somos seres limitados y nuestra existencia tiene un ocaso. También con el Sol en cuadratura con Quirón la sensación de heridas de la personalidad que se abren, de baja valoración, y ayer anduvimos con la Luna y Saturno juntos, también haciendo que la espalda duela y que la rutina diaria sea un chicle. Y también sigue la cuadratura en T entre Marte, Urano y Plutón con su punto focal en Plutón y en nuestro propio submundo y nuestro propio infierno personal. Para sumar encima, la presencia de Mercurio retrógrado en Cáncer hace a la mente más emocional, fluctuante, y lunar, y metida para adentro en las nostalgias de lo que ya no volverá. Y en este instante, transitamos los últimos 2 grados de Luna en Escorpio, los grados 28 y 29 son los más fuertes. Con lo cual, puede haber muchos miedos. 
Ánimo, la luna Llena Sagitariana traerá alivio y la entrada de Júpiter en Leo en Julio nos sacará un poco de las emociones densas. A veces el momento más oscuro precede al momento de luz, y después de todo, en la vida, existen los altibajos, la Rueda de la Fortuna nunca para de girar hacia arriba e inexorablemente luego baja. Pero mantener el foco es lo que nos pide el Arquero ahora, y también saber que todo es para aprender, no hay nada personal en lo que nos pasa, no somos víctimas, sino aprendices.

Fuente: Consultas Integrales. 


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