El amor inmaduro es agotador, cansador, el histeriqueo, la falta de fluidez y comunicación, las idas y venidas, los celos, obsesiones, peleas. Excusando al otro por lo que no hace, queriendo cambiarse mutuamente. El amor maduro es simple, energizante, y sin vueltas. Busca lo mejor para ambos y deja al otro crecer y ser. Escuchemos a la energía. Busquemos lo mejor para nosotros, mediante vínculos sanos y fluídos.
El corazón SABE cuando algo es real y cuando no lo es,
pero el EGO insiste y tiene a una aliada: la mente.
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