Esperaré sencillas palabras,
ojos que imaginen
gigantes dormidos las montañas;
la calma de un beso en flor.
Esperaré que tus labios
se deshojen en mis labios,
que se endulcen
de un deseo incontrolable.
Esperaré la ternura
de la lluvia para amarte.
Es tan diminuto el universo
que solo puede verse
al otro lado de una lágrima.
(M.J. inédito)
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