Hoy cumplís años. Y si, es así. Qué le vas a hacer. Ya no sos la misma. Algo cambiaste. Si te tomo una foto ahora, salís en color. Algo cambió ¿no? La tecnología. Algo cambiaste. También. Me acuerdo de esa carterita. La tenés ¿todavía? Me gustaba verte sentada en la silla de mimbre, con la carterita abierta, apoyada en la falda y, tus manos buscando. Sabés, me di cuenta que a todas las chicas se le pierden cosas dentro de las carteritas. Esto lo aprendí después, varios añosdespués, mirando a otras chicas. Ninguna, sin embargo, pudo igualar tu sonrisa. Esa sonrisa que nace ¿o nacía? en vos cuando, finalmente, encontrás lo que buscás. Y ahí, te veo, ahora sentada en la silla de mimbre, esa que te regaló el abuelo para tu cumpleaños, otro cumpleaños, anterior a este que celebrás hoy. Los zapatos Guillermina bamboleando en el aire, y toda tu atención puesta en pintarte las uñas. Chiquita… Muy chiquitas esas uñas de nena de 6 años. Me gustaba verte, los labios apretados, la punta de la lengua asomando por la comisura, concentrada en el pincel pinta uñas. Qué risa, verte así, las manos suspendidas en el aire, los dedos abiertos moviéndose como antenitas, sin tocar nada para que no se corra el esmalte. ¿Me perdonaste? Quiero creer que sí. No me digas que me guardás rencor. Es cosa de chicos. Y hoy es tu cumpleaños.
De Walter R.
De Walter R.
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