lunes, 13 de junio de 2016

Clarice Lispector




“Siento que hay tantas cosas sobre las que escribir. ¿Por qué no? ¿Qué me lo impide? La exigüidad del tema, tal vez, que haría que se agotase en una palabra, en una línea. A veces es el horror de tocar una palabra que desencadenaría otras miles, éstas no deseadas. Sin embargo, el impulso de escribir. El impulso puro, incluso sin tema. Como si tuviese un lienzo, los pinceles y los colores y me faltase un grito de libertad, o la mudez esencial que es necesaria para que se digan ciertas cosas. A veces mi mudez hace que busque a las personas que, sin ellas saberlo, me darán la palabra-clave. Pero ¿quién? ¿Quién me obliga a escribir? El misterio es ése: nadie, y sin embargo la fuerza me impele”.

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