Sé empático, sí, escucha profundamente, sí; entiende el dolor de los demás, sí; pero recuerda, tú no tiene que arreglarlos. Y tu dolor importa, también. Y no está mal que esperes que tus sentimientos y necesidades sean reconocidos. Tú mereces empatía también. Mereces amor. Siempre lo has merecido.
Tú no eres indigno. Ya no tienes que probar que eres digno.
Así que hoy, envía una atención empática hacia lo más profundo de ti. Inunda los lugares sensibles en tu interior con ternura; comprométete a dejar de abandonarte a ti mismo en nombre del 'amor'.
Porque el amor no es algo que se mendigue; es algo que se irradia desde lo más profundo.
Tú no eres indigno. Ya no tienes que probar que eres digno.
Así que hoy, envía una atención empática hacia lo más profundo de ti. Inunda los lugares sensibles en tu interior con ternura; comprométete a dejar de abandonarte a ti mismo en nombre del 'amor'.
Porque el amor no es algo que se mendigue; es algo que se irradia desde lo más profundo.
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