Un amigo normal es alguien que nunca te pide comida.
Un amigo argentino es la razón por la que organizas una comida.
Un amigo normal te pregunta ¿cómo estás?
Un amigo argentino cuando te ve, te dice: “Hijo de puta, ¿cómo andás?”, te abraza y te besa.
Un amigo normal puede que nunca te haya visto llorar.
Un amigo argentino ha llorado con vos, por cualquier cosa.
Un amigo normal te manda flores y una tarjeta cuando estás internado en el hospital.
Un amigo argentino te va a ver y se queda dormido en una silla, a tu lado.
Un amigo normal te pide algo prestado y te lo devuelve a los dos días.
Un amigo argentino te pide algo prestado y a la semana se olvida que no es suyo. Ni te lo devuelve ni se lo reclamas nunca.
Un amigo normal te ofrece el sofá para que duermas.
Un amigo argentino te brinda su cama, se acuesta en el suelo y no te deja dormir en toooooda la noche conversando con vos.
Un amigo normal sabe unas cuantas cosas acerca de vos.
Un amigo argentino podría escribir un libro con las cosas que le has contado, pero no anda bocinando nada.
Un amigo normal te lleva remedios cuando estás resfriado.
Un amigo argentino te hace una sopa y los remedios que le enseñó su abuela.
Un amigo normal golpea la puerta para que le abras.
Un amigo argentino abre la puerta, entra solo y después te dice: “¡Llegué, boludo llegué!”
Un amigo normal te pide que le hagas un café.
Un amigo argentino pasa a la cocina, usa la cafetera y hasta le pide azúcar a una vecina si vos no tenés.
Un amigo normal te invita a comer una semana antes y pide que le confirmes si vas a ir.
Un amigo argentino te llama en cualquier momento y te dice: “en cinco minutos tiro la carne a la parrilla, traéte un vino…”
Un amigo normal, si vas a verlo a su oficina, te presenta como “el Señor Fulano…”
Un amigo argentino llama al compañero de oficina y le dice: “Máquina, este fiera es mi hermano”.
Si tenés un resbalón en la vida, un amigo normal dice: “no te llamé por un tiempo, para no molestar…”
Un amigo argentino te llama a cada rato: “Boludo, lo que necesités, avisá…”
Un amigo normal puede serlo por un tiempo…
Un amigo argentino es para toda la vida.
Un amigo argentino es la razón por la que organizas una comida.
Un amigo normal te pregunta ¿cómo estás?
Un amigo argentino cuando te ve, te dice: “Hijo de puta, ¿cómo andás?”, te abraza y te besa.
Un amigo normal puede que nunca te haya visto llorar.
Un amigo argentino ha llorado con vos, por cualquier cosa.
Un amigo normal te manda flores y una tarjeta cuando estás internado en el hospital.
Un amigo argentino te va a ver y se queda dormido en una silla, a tu lado.
Un amigo normal te pide algo prestado y te lo devuelve a los dos días.
Un amigo argentino te pide algo prestado y a la semana se olvida que no es suyo. Ni te lo devuelve ni se lo reclamas nunca.
Un amigo normal te ofrece el sofá para que duermas.
Un amigo argentino te brinda su cama, se acuesta en el suelo y no te deja dormir en toooooda la noche conversando con vos.
Un amigo normal sabe unas cuantas cosas acerca de vos.
Un amigo argentino podría escribir un libro con las cosas que le has contado, pero no anda bocinando nada.
Un amigo normal te lleva remedios cuando estás resfriado.
Un amigo argentino te hace una sopa y los remedios que le enseñó su abuela.
Un amigo normal golpea la puerta para que le abras.
Un amigo argentino abre la puerta, entra solo y después te dice: “¡Llegué, boludo llegué!”
Un amigo normal te pide que le hagas un café.
Un amigo argentino pasa a la cocina, usa la cafetera y hasta le pide azúcar a una vecina si vos no tenés.
Un amigo normal te invita a comer una semana antes y pide que le confirmes si vas a ir.
Un amigo argentino te llama en cualquier momento y te dice: “en cinco minutos tiro la carne a la parrilla, traéte un vino…”
Un amigo normal, si vas a verlo a su oficina, te presenta como “el Señor Fulano…”
Un amigo argentino llama al compañero de oficina y le dice: “Máquina, este fiera es mi hermano”.
Si tenés un resbalón en la vida, un amigo normal dice: “no te llamé por un tiempo, para no molestar…”
Un amigo argentino te llama a cada rato: “Boludo, lo que necesités, avisá…”
Un amigo normal puede serlo por un tiempo…
Un amigo argentino es para toda la vida.
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