La causa de la derrota no se encuentra en los obstáculos que enfrentamos o en la gravedad de las circunstancias, sino en nuestra falta de coraje. Cuando nuestro coraje se debilita, lo único que podemos ver son gigantescos impedimentos asomando el horizonte. Y terminamos creyendo que son realidades inamovibles.
Daisaku Ikeda
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