domingo, 5 de noviembre de 2017

La Luna Llena en Tauro inevitablemente ha dejado semillas dentro nuestro.

Aquello que la Lunación ha sembrado, aquello que el movilizante Noviembre con tanta energía Escorpiana está gestando, irá madurando cual fruta madura, cual flor, cual néctar, dentro tuyo. Una semilla se sembró, una semilla de vocación, de servicio, de propósito. Una semilla que se ve, que no podemos tapar. No la podés seguir negando. Ya sabés que no alcanza tu vida así, que necesitás más, que no sabés aún por donde empezar el cambio, pero el cambio está llegando y los vientos soplan llevándote a tu destino. 
Esa insatisfacción que te venía invadiendo, esa inquietud que nada podía tapar, está evidenciando tu cambio, tu metamorfosis, tu transformación. Cual navío, estás desplegando las velas para zarpar hacia una aventura desconocida, en donde soltás las dependencias, en donde soltás la estructura social, las obligaciones, y el barco zarpa hacia tu alma. Hacia donde querés llegar. Hacia vos mismo. Van quedando en el camino las antiguas voces castradoras, los antiguos miedos, los viejos sabotajes y zonas obsoletas. El barco ya avanza, el viento está a favor. Seguro de sí mismo, nada ni nadie lo detiene, porque la historia que se escribe con el alma, no se borra jamás. Suerte en tu viaje, Cosmonauta, feliz encuentro con tu Ser! 
Que el Eje Tauro-Escorpio, eje de la Vida y de la Muerte, nos encuentre regenerados, transformados, el agua y la tierra, hacen barro, sustancia fértil para la vida nueva que ya nos está esperando. 


Julieta Valente 



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