lunes, 26 de marzo de 2018

Chepita de mi alma, Chepita linda, locura ternura, vida mía: ¡Como me haces falta, como te quiero, como me estoy muriendo por ti, como me estás matando, amor, dulce mía!. Jamás nadie se ha muerto tantas veces así. Te quiero con todas las partes de mi cuerpo, te quiero espantosamente, desoladamente, insoportablemente. Ya no puedo más. ¡Como es posible vivir sin ti! ¡De que modo eres necesaria, ineludible! Cadena de mi corazón, filtro mío, vida mía, te quiero, te quiero, oye que no puedo estar sin ti, te lo voy a decir por primera vez, que la vida me quite todo pero que me quedes tú, que pierda yo un brazo, las piernas, que yo quede ciego pero contigo, que yo me haga un miserable, un imbécil, un triste, pero contigo, amor, contigo. No puedo respirar, tu eres el aire, el agua, el pan, todo lo que vive; perdóname porque te quiero así, perdóname porque éste amor me mata, porque éste amor te matará diariamente a mi lado, perdóname porque estarás conmigo todos los días de mi vida, porque no te dejaré nunca, seré tu castigo y tu culpa, porque nos vamos a morir juntos. Chepita de mi alma, mi Chepita linda, mira como me espanto de éste amor, de éste hierro al rojo sobre mi carne, porque tu eres mi marca y yo soy tu marca, ya te lo dije, clausuraste mi corazón, lo encadenaste, es tuyo.

 ¡Con que locura te amo! ¡Que atrocidad de los días lejos! Enciérrate, amor, cuídate, cuídame tu cuerpo, guardame tu boca, tu corazón, no salgas, que no te mire nadie, entrégame al regreso lo que dejé, intacto, sin sol siquiera, encerrado, de mis manos a mis manos. Yo ya no puedo más. (...)

 Pero escríbeme a todas horas. A todas horas me haces falta, me dueles. Mi Chepita linda, que ganas tengo de tenerte a mi lado, de acariciarte de hablarte, de saber que existes, porque ya no sé como eres, como besas, como es tu voz; sólo sé un montón de cosas acerca de los dos, pero todo se parece a un cuento, no sé en donde estás, quiero saberlo, quiero tocarte; vamos a empezar a querernos, nos vamos a conocer ahora, antes no existíamos, todo ésto es un lío tremendo, sólo sé que me faltas, que me estás matando.
                                          Chula, linda, ya voy...
                                                                                                Jaime.

Jaime Sabines - Los amorosos, Cartas a Chepita.






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