sábado, 6 de octubre de 2018

Yo, la oveja negra

En el trabajo de sanación con los ancestros, el honrar el Linaje masculino es esencial. Muchas personas, hombres y mujeres, traen consigo rabia, dolor y miedo ante el masculino. Dicho dolor, resentimiento es una semilla que crece desde el niño hasta el adulto y se perpetua a través del tiempo. Trabajar la sanación ancestral paterna, permite aceptar, reconocer y regresar a los antepasados aquellos que hemos heredado "quizá sin mucha conciencia". Repetimos modelos, hacemos alianzas de menosprecio, menos valor a lo masculino en la familia y mantenemos enojos, de los cuales vemos las consecuencias y actuamos en función de un prográmate que hemos sentido o escuchado. Todo ser humano tiene la capacidad de comenzar el proceso de sanarse a sí mismo y despertar; pero no todos efectivamente lo llevan a cabo. En cada familia nace por lo menos un integrante con la decisión álmica de concretar esa valiente misión. Y al hacerlo, no sólo se sana a sí mismo, sino que además su despertar termina impactando positivamente en toda su familia, ascendencia y descendencia.
Si estas palabras resuenan en tu corazón, muy probablemente de tu familia seas vos quien eligió ese desafío.


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