Los períodos de OSCURIDAD nos enseñan a enfrentarnos a nuestros miedos,
bloqueos, inseguridades y transformarlos en luz es nuestra gran misión
personal.
La paradoja de la ocasión, es que NO BASTA CON TOMAR CONSCIENCIA DE UN MIEDO, UNA CREENCIA O UNA LIMITACIÓN. Es necesario un cambio radical desde el interior: es por ello que muchas historias, situaciones y/o personas se nos repiten, porque debo INTERIORIZARLAS y TRANSFORMARLAS DESDE EL CORAZÓN.
Cuando me encuentro transitando un período de oscuridad, poseo la consciencia suficiente y necesaria para saber que hay un miedo, creencia limitante o bloqueo que debo superar.
No sólo me hablan mis emociones, también mi cuerpo fisico, porque en mi ADN están registrados todos mis patrones antiguos.
Es un período donde los únicos protagonistas son mis MIEDOS, LA OSCURIDAD y yo. No veo luz por ningún lado. A pesar de mi desesperación, intento calmarme poniendo ATENCIÓN E INTENCIÓN en la situación. Es allí donde pregunto: que me quiere mostrar esta situación? Por qué? No basta con verlo, es necesario que tu luz interior ilumine el momento porque es allí donde decides que esto no te vuelva a ocurrir. Te empoderas.
Cuando ese momento tiene lugar, es increíble como «la magia aparece para poner Luz alli dónde no la hay»
Y es ese preciso instante donde ocurre LA TRANSFORMACIÓN: desde el interior hacia el exterior. Y las piezas del puzzle comienzan a acomodarse, el cuerpo a relajarse y las circunstancias externas se reanudan con naturalidad. Y RESPIRAS. Y das las GRACIAS...y observas que todo lo que ocurrió fue un espejismo para que cada uno de nosotros APRENDA lo que en ese momento tocaba.
Las energías del equinoccio, como bien informé en mi publicación anterior, tienen que ver con las relaciones.
Seguramente estás viviendo o te ha tocado vivir pasar por el túnel de oscuridad en alguna relación que debias transformar en luz porque ya no tenia equilibrio. No habia flujo entre el dar y el recibir. Y eso es precisamente lo que trabajamos en los períodos de equinoccio: encontrar un equilibrio entre lo que doy y lo que recibo, en relación a mí y a los demás.
La paradoja de la ocasión, es que NO BASTA CON TOMAR CONSCIENCIA DE UN MIEDO, UNA CREENCIA O UNA LIMITACIÓN. Es necesario un cambio radical desde el interior: es por ello que muchas historias, situaciones y/o personas se nos repiten, porque debo INTERIORIZARLAS y TRANSFORMARLAS DESDE EL CORAZÓN.
Cuando me encuentro transitando un período de oscuridad, poseo la consciencia suficiente y necesaria para saber que hay un miedo, creencia limitante o bloqueo que debo superar.
No sólo me hablan mis emociones, también mi cuerpo fisico, porque en mi ADN están registrados todos mis patrones antiguos.
Es un período donde los únicos protagonistas son mis MIEDOS, LA OSCURIDAD y yo. No veo luz por ningún lado. A pesar de mi desesperación, intento calmarme poniendo ATENCIÓN E INTENCIÓN en la situación. Es allí donde pregunto: que me quiere mostrar esta situación? Por qué? No basta con verlo, es necesario que tu luz interior ilumine el momento porque es allí donde decides que esto no te vuelva a ocurrir. Te empoderas.
Cuando ese momento tiene lugar, es increíble como «la magia aparece para poner Luz alli dónde no la hay»
Y es ese preciso instante donde ocurre LA TRANSFORMACIÓN: desde el interior hacia el exterior. Y las piezas del puzzle comienzan a acomodarse, el cuerpo a relajarse y las circunstancias externas se reanudan con naturalidad. Y RESPIRAS. Y das las GRACIAS...y observas que todo lo que ocurrió fue un espejismo para que cada uno de nosotros APRENDA lo que en ese momento tocaba.
Las energías del equinoccio, como bien informé en mi publicación anterior, tienen que ver con las relaciones.
Seguramente estás viviendo o te ha tocado vivir pasar por el túnel de oscuridad en alguna relación que debias transformar en luz porque ya no tenia equilibrio. No habia flujo entre el dar y el recibir. Y eso es precisamente lo que trabajamos en los períodos de equinoccio: encontrar un equilibrio entre lo que doy y lo que recibo, en relación a mí y a los demás.
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