lunes, 27 de junio de 2011

Del amor de Eduardo Galeano


No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. 
Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desnúdeme.
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.


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